Dejo tres leyendas que concuerdan con lo que has solicitado:
"El Zonda"
En la región del noroeste argentino es conocida esta vieja leyenda, cuyo protagonista es Gilanco, un indio altivo y dominante, era caudillo de su tribu y temido por su gran valor. Lo consideraban el mejor cazador y por ello despertó varias veces las iras de Llastay y de la Pachamama, quienes le recriminaron la matanza despiadada de aves y guanacos.
Un día, la Pachamama le anunció el castigo que le sobrevendría por ello. Para castigarlo, enviaría el Zonda, un viento cálido y seco, que incendiaría los campos, dejaría yermas las tierras entonces fértiles.
A causa de la soberbia de Gilanco - dicen las consejas-: EL ZONDA ARRUINA LAS TIERRAS DEL CALCHAQUÍ.
Se cuela por entre las piedras de la pirca y las quinchas de los ranchos. Le tienen miedo los nativos y se santiguan creyendo que es el alma del cacique condenado a vagar en forma de viento. Y así llega su espíritu a contarles su castigo e implorar perdón por su pecado.
"La Calandria o Quereminca"
La Quereminca era una bella muchacha cuyos encantos enamoraban a los jóvenes. Ella encendía el fuego de la pasión en ellos, para luego desdeñarlos. Desesperados, algunos de ellos se suicidaron.
Pero un joven llamado Sumajkaig se sintió capaz de hacerse amar y así pareció en principio, pero pronto Quereminca se cansó y comenzó a mirar a otros. Su enamorado, triste y desesperado, lloró su pena, la que se convirtió en odio y sed de venganza. Invocó a Illaepa y a todas las fuerzas ocultas para vengar su amor. Y el castigo se hizo realidad: Quereminca fue convertida en ave, tan canora como bella había sido y con un poder de imitación especial, pues imitan las queremincas el canto de todos los pájaros y todos los rumores de la selva.
Cuentan los amautas que hay un yahuar Kucha en el fondo de un precipicio, cerca de una montaña. El lago es color rojo como la pasión que la joven despertaba en los hombres. El viento lleva hasta Quemirinca las voces de los suicidas que reclaman su presencia pero a cada queja de amor ella responde: Hutam, hutam, istita.
"Amancay"
En la orilla derecha del río Manso y hasta su nacimiento en el valle del Lolol Mahuida, vivían los Vuriloches.
Quintral, hijo del cacique, gustaba recorrer cazando y pescando en la orilla del río y así llegaba hasta Co-carí (lago Mascardi). Fue en uno de esos paseos que conoció a Amancay, quién se enamoró de aquel joven apuesto y valiente, llegando a convertirse este sentimiento en el amor irrealizable por ser ella de humilde origen. De esta manera fue pasando el tiempo, hasta que un día llegó hasta ellos una epidemia que comenzó a diezmar la tribu, cayendo enfermo el joven indígena.
Ante la imposibilidad de lograr su mejoría, enterada Amancay consultó a una Machi (hechicera), a quien le confió el secreto para obtener el remedio. El mismo consistía en una infusión preparada con una flor que crecía en la cumbre helada del Lolol Mahuida a sabiendas del peligro que corría, pero impulsada por su amor hacía el joven, se lanzó Amancay a la temeraria empresa, logrando su fin.
Ya en el descanso, feliz por haber logrado su cometido, al pie de una hermosa cascada, vio cernirse sobre ella la amenazante figura del cóndor, quien le exigió abandonara la preciada flor. Ante la negativa de Amancay propuso a estaque le dejase en cambio su corazón, lo cual aceptó la joven sin titubear.
Alejóse el rey de las alturas con el pequeño corazón entre sus garras, emprendiendo vuelo hacia su morada, tiñendo de gotas rojas su camino con la sangre que manaba del corazón.
Y en aquellos lugares regados y vivificados con la sangre de aquella indiecita, fue floreciendo una preciosa flor de varios pétalos, bella como su origen, teñida con gotas rojas de la sangre que había sido derramada en ofrenda de aquel sentimiento, queriendo pregonar de esta manera, un mensaje de amor por todos los valles y montañas del Co-carí.
El pombero: (famosisimo) Este duende recorre las provincias del litoral, de Chaco y Formosa. Anda por los bosques, generalmente a la hora de la siesta, en forma invisible. Es un duendecillo bueno que ayuda a quien le pide protección. Para ello adquiere la imagen de un indio o de un árbol o de lo que sea necesario, para ayudar al compañero en peligro o en apuros.
En Misiones lo corporizan en un hombre alto, delgado, que se .cubre con un amplÃsimo sombrero de paja y que lleva una larga caña en la mano. l.
Los dos muchachos se enamoraron de la joven, y ya en el camino de regreso sintieron que los celos rompÃan su antigua amistad. Como su distanciamiento se fue acentuando con el pasar de las lunas, sus padres consultaron con una machi (hechicera), quien les explicó la causa de la enemistad de sus hijos. De común acuerdo propusieron a los jóvenes una prueba y luego fueron a ver a la chica.
Tenes por lo que leo dos hermosas leyendas ahora te voy a dar estas.
LEYENDAS QUECHUAS
LA VIEJA DIABLA
Ocurrió que dos pequeños hermanos, una niña y un varón, fueron enviados por sus padres a buscar leña. Avanzaban alegres mientras recolectaban troncos y ramas para el hogar. De repente visualizaron a los lejos un cúmulo blanco. Pensaron que se trataba de leña, pero al acercarse se desilusionaron frente a un montón de huesos de caballo.
Los hermanos continuaron la tarea por el camino. Nuevamente se abalanzaron hacia un conjunto blanco, pero tristes descubrieron que se trataba de cañas de bambú, siguieron buscando hasta que cayó la noche, sentÃan miedo y frÃo, hasta dudaron de su propia capacidad para retornar al hogar, estaban perdidos.
Avanzaron hasta la luz que provenÃa de una cueva.
Los niños relataron lo sucedido, le confesaron que tenÃan temor, hambre y frÃo y le rogaron que los albergara por esa noche.
La anciana aceptó y les ofreció papas y carne asada, pero les sirvió piedras y pulpa de sapo. Ubicó al niño en un rincón para dormir y ella permaneció junto a la niña rolliza y sonrosada.
Al llegar, encontró, en vez de su hermana a un pequeño sapo que le dijo:
-----Eso no es una calabaza, es su cabeza, es la calavera de su hermana donde llevas el agua. La vieja se la comió durante la noche, CROAC, croac, croac. La anciana es bruja, diablo y duende; no regreses a la cueva
A lo lejos se acercaba la vieja bruja, insaciable, con más hambre de niño, asustado logró llegar a su casa contó todo. Sus padres decidieron ir por la pequeña hermana. Ni vieja, ni cueva, ni hermana pudieron encontrar.
Apuesto ejemplar, estas virtudes no le alcanzaron para enamorar a la joven doncella que tanto amaba. Su tristeza y desventura lo condujeron por el sendero de la enfermedad de la que nunca regresó.
Aquellos que presenciaron sus últimos momentos en el lecho de muerte aseguraron que no dejó de pedir por su amada; ella nunca se presentó. Sus póstumas palabras sostenÃan que no deseaba morir pero que su dios Yago asà lo querÃa, Se comprometió a estar por siempre con ella: adornando su cabellera con fragantes flores, ahuyentando insectos de su lado y perfumando el agua.
humo de su ruego. Finalmente tomó la responsabilidad de permanecer cerca y brindarle todo lo necesario. Tanta temperatura, tanta fiebre, terminó por consumir los suspiros finales.......
La tierra que lo sepultó engendró el árbol cosakait, apreciado por sus aromáticas flores y perfumada madera. Apenado por su dolor su dios le dio vida eterna en la forma de aquel árbol que luego se expandió por toda la selva, cumpliendo con la promesa del virtuoso joven enamorado.
Los tobas consideraron al palo santo como un árbol venerable por su nobleza y le concedieron el honor de llamarlo COSAKAIT.
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Dejo tres leyendas que concuerdan con lo que has solicitado:
"El Zonda"
En la región del noroeste argentino es conocida esta vieja leyenda, cuyo protagonista es Gilanco, un indio altivo y dominante, era caudillo de su tribu y temido por su gran valor. Lo consideraban el mejor cazador y por ello despertó varias veces las iras de Llastay y de la Pachamama, quienes le recriminaron la matanza despiadada de aves y guanacos.
Un día, la Pachamama le anunció el castigo que le sobrevendría por ello. Para castigarlo, enviaría el Zonda, un viento cálido y seco, que incendiaría los campos, dejaría yermas las tierras entonces fértiles.
A causa de la soberbia de Gilanco - dicen las consejas-: EL ZONDA ARRUINA LAS TIERRAS DEL CALCHAQUÍ.
Se cuela por entre las piedras de la pirca y las quinchas de los ranchos. Le tienen miedo los nativos y se santiguan creyendo que es el alma del cacique condenado a vagar en forma de viento. Y así llega su espíritu a contarles su castigo e implorar perdón por su pecado.
"La Calandria o Quereminca"
La Quereminca era una bella muchacha cuyos encantos enamoraban a los jóvenes. Ella encendía el fuego de la pasión en ellos, para luego desdeñarlos. Desesperados, algunos de ellos se suicidaron.
Pero un joven llamado Sumajkaig se sintió capaz de hacerse amar y así pareció en principio, pero pronto Quereminca se cansó y comenzó a mirar a otros. Su enamorado, triste y desesperado, lloró su pena, la que se convirtió en odio y sed de venganza. Invocó a Illaepa y a todas las fuerzas ocultas para vengar su amor. Y el castigo se hizo realidad: Quereminca fue convertida en ave, tan canora como bella había sido y con un poder de imitación especial, pues imitan las queremincas el canto de todos los pájaros y todos los rumores de la selva.
Cuentan los amautas que hay un yahuar Kucha en el fondo de un precipicio, cerca de una montaña. El lago es color rojo como la pasión que la joven despertaba en los hombres. El viento lleva hasta Quemirinca las voces de los suicidas que reclaman su presencia pero a cada queja de amor ella responde: Hutam, hutam, istita.
"Amancay"
En la orilla derecha del río Manso y hasta su nacimiento en el valle del Lolol Mahuida, vivían los Vuriloches.
Quintral, hijo del cacique, gustaba recorrer cazando y pescando en la orilla del río y así llegaba hasta Co-carí (lago Mascardi). Fue en uno de esos paseos que conoció a Amancay, quién se enamoró de aquel joven apuesto y valiente, llegando a convertirse este sentimiento en el amor irrealizable por ser ella de humilde origen. De esta manera fue pasando el tiempo, hasta que un día llegó hasta ellos una epidemia que comenzó a diezmar la tribu, cayendo enfermo el joven indígena.
Ante la imposibilidad de lograr su mejoría, enterada Amancay consultó a una Machi (hechicera), a quien le confió el secreto para obtener el remedio. El mismo consistía en una infusión preparada con una flor que crecía en la cumbre helada del Lolol Mahuida a sabiendas del peligro que corría, pero impulsada por su amor hacía el joven, se lanzó Amancay a la temeraria empresa, logrando su fin.
Ya en el descanso, feliz por haber logrado su cometido, al pie de una hermosa cascada, vio cernirse sobre ella la amenazante figura del cóndor, quien le exigió abandonara la preciada flor. Ante la negativa de Amancay propuso a estaque le dejase en cambio su corazón, lo cual aceptó la joven sin titubear.
Alejóse el rey de las alturas con el pequeño corazón entre sus garras, emprendiendo vuelo hacia su morada, tiñendo de gotas rojas su camino con la sangre que manaba del corazón.
Y en aquellos lugares regados y vivificados con la sangre de aquella indiecita, fue floreciendo una preciosa flor de varios pétalos, bella como su origen, teñida con gotas rojas de la sangre que había sido derramada en ofrenda de aquel sentimiento, queriendo pregonar de esta manera, un mensaje de amor por todos los valles y montañas del Co-carí.
No me acuerdo como se llama este xD
Se dice que es un niño que murió sin ser bautizado o un niño malo que golpeó a su madre. Es muy pequeño, lleva un sombrero grande y llora como una criatura. Tiene una mano de hierro y otra de lana, cuando se acerca a alguien le pregunta si con cuál mano desea ser golpeado. Algunos dicen que, sin importar la elección, el duende golpeará siempre con la de hierro. Otros, en cambio, aseguran que los desprevenidos eligen la de lana y que es ésta la que en realidad más duele.
Posee unos ojos muy malignos y dientes muy agudos. Suele aparecer a la hora de la siesta o en la noche en los cañadones o quebradas. Tiene predilección para con los niños de corta edad, aunque también golpea sin piedad a los mayores.
El pombero: (famosisimo) Este duende recorre las provincias del litoral, de Chaco y Formosa. Anda por los bosques, generalmente a la hora de la siesta, en forma invisible. Es un duendecillo bueno que ayuda a quien le pide protección. Para ello adquiere la imagen de un indio o de un árbol o de lo que sea necesario, para ayudar al compañero en peligro o en apuros.
En Misiones lo corporizan en un hombre alto, delgado, que se .cubre con un amplÃsimo sombrero de paja y que lleva una larga caña en la mano. l.
El lobizon:Si una familia tiene siete hijos varones, la maldición cae sobre el séptimo. Se dice que es un hombre alto, delgado y con mucho pelo. Antes de convertirse anda muy nervioso y se enoja fácilmente, puede transformarse en los cementerios o cercanÃas y sobre todo cuando el acólito florece y la luna está llena. Se alimenta con carroña y cuando anda por el monte puede morder a los desprevenidos.
Leyenda del rio negro:Neuquén y Limay eran dos caciques a quienes los unÃa una gran amistad. Un dÃa, mientras cazaban, oyeron una dulce canción que provenÃa de la orilla del lago. Se acercaron al lugar, y se encontraron con una hermosa mapuche de largas trenzas negras.
-¿Cómo te llamas? -preguntó Limay.
- Me llamo Raihué (flor nueva) -contestó ella, bajando sus lindos ojos negros.
Los dos muchachos se enamoraron de la joven, y ya en el camino de regreso sintieron que los celos rompÃan su antigua amistad. Como su distanciamiento se fue acentuando con el pasar de las lunas, sus padres consultaron con una machi (hechicera), quien les explicó la causa de la enemistad de sus hijos. De común acuerdo propusieron a los jóvenes una prueba y luego fueron a ver a la chica.
-¿Qué es lo que más te gustarÃa tener? -preguntaron a Raihué.
-Una caracola para escuchar en ella el rumor del mar -contestó.
- El primero que llegue hasta el mar y regrese con el pedido, tendrá corno premio el amor de Raihué -- sentenciaron, unánimes, los padres.
Consultados los dioses, convirtieron a los dos muchachos en rÃos, que comenzaron el largo y fatigoso camino hacia el océano, uno desde el norte y otro desde el sur. Pero el espÃritu del viento, envidioso por no haber sido tornado en cuenta en el asunto, comenzó a susurrar al oÃdo de la joven enamorada.
-Neuquén y Limay no volverán jamás. Las estrellas que caen al mar se convierten en hermosas doncellas que seducen a los hombres y los aprisionan en las profundidades. Morirán y nunca más los volverás a ver.
El corazón de Raihué se entristeció, y los dÃas comenzaron a transcurrir sin que Limay y Neuquén regresaran. Se dirigió entonces a la orilla del lago, donde los habÃa conocido, y extendiendo los brazos ofreció su vida a Nguenechén (el dios mapuche) a cambio de la salvación de los dos jóvenes. Nguenechén escuchó su plegaria y convirtió a Raihué en una hermosa planta, cuyas raÃces penetraron en la húmeda tierra y sus ramas se elevaron al cielo; su cintura se afinó en verde tallo, su busto se esparció en tiernas ramitas y su boca se abrió en roja flor. El mismÃsimo viento envidioso voló a contarles la noticia a los jóvenes, que salvando mil obstáculos, corrÃan hacia el mar. Limay y Neuquén al comprender que Raihué habÃa muerto de dolor por su causa, depusieron todo su rencor y se estrecharon en un fuerte abrazo, vistiéndose de luto por su amada. Y asà unidas sus aguas para no separarse más, siguieron el camino hacia el mar, dando origen al rÃo Negro.
Tenes por lo que leo dos hermosas leyendas ahora te voy a dar estas.
LEYENDAS QUECHUAS
LA VIEJA DIABLA
Ocurrió que dos pequeños hermanos, una niña y un varón, fueron enviados por sus padres a buscar leña. Avanzaban alegres mientras recolectaban troncos y ramas para el hogar. De repente visualizaron a los lejos un cúmulo blanco. Pensaron que se trataba de leña, pero al acercarse se desilusionaron frente a un montón de huesos de caballo.
Los hermanos continuaron la tarea por el camino. Nuevamente se abalanzaron hacia un conjunto blanco, pero tristes descubrieron que se trataba de cañas de bambú, siguieron buscando hasta que cayó la noche, sentÃan miedo y frÃo, hasta dudaron de su propia capacidad para retornar al hogar, estaban perdidos.
Avanzaron hasta la luz que provenÃa de una cueva.
----Hola, dijo la anciana, ¿A qué debo su visita?
Los niños relataron lo sucedido, le confesaron que tenÃan temor, hambre y frÃo y le rogaron que los albergara por esa noche.
La anciana aceptó y les ofreció papas y carne asada, pero les sirvió piedras y pulpa de sapo. Ubicó al niño en un rincón para dormir y ella permaneció junto a la niña rolliza y sonrosada.
Al dÃa siguiente, el niño busco, sin éxito a su hermana, la vieja le contó que habÃa ido hasta el pozo para traer agua. Le alcanzó una calabaza y le pidió que también fuera allÃ.
Al llegar, encontró, en vez de su hermana a un pequeño sapo que le dijo:
-----Eso no es una calabaza, es su cabeza, es la calavera de su hermana donde llevas el agua. La vieja se la comió durante la noche, CROAC, croac, croac. La anciana es bruja, diablo y duende; no regreses a la cueva
A lo lejos se acercaba la vieja bruja, insaciable, con más hambre de niño, asustado logró llegar a su casa contó todo. Sus padres decidieron ir por la pequeña hermana. Ni vieja, ni cueva, ni hermana pudieron encontrar.
LEYENDA TOBA
EL AMOR Y EL AROMA DE COSAKAIT
Los tobas donominan cosakait. al árbol conocido con el nombre vulgar de palo santo. Una de las leyendas más antiguas que lo menciona se refiere a épocas remotas, cuando de la pequeña minorÃa que constituÃan los seres humanos surgió el más hermoso y virtuoso de los jóvenes COSAKAIT.
Apuesto ejemplar, estas virtudes no le alcanzaron para enamorar a la joven doncella que tanto amaba. Su tristeza y desventura lo condujeron por el sendero de la enfermedad de la que nunca regresó.
Aquellos que presenciaron sus últimos momentos en el lecho de muerte aseguraron que no dejó de pedir por su amada; ella nunca se presentó. Sus póstumas palabras sostenÃan que no deseaba morir pero que su dios Yago asà lo querÃa, Se comprometió a estar por siempre con ella: adornando su cabellera con fragantes flores, ahuyentando insectos de su lado y perfumando el agua.
Confirmó también su participación en la ceremonia del nareg, dirigiéndose al cielo en el aromatizado
humo de su ruego. Finalmente tomó la responsabilidad de permanecer cerca y brindarle todo lo necesario. Tanta temperatura, tanta fiebre, terminó por consumir los suspiros finales.......
La tierra que lo sepultó engendró el árbol cosakait, apreciado por sus aromáticas flores y perfumada madera. Apenado por su dolor su dios le dio vida eterna en la forma de aquel árbol que luego se expandió por toda la selva, cumpliendo con la promesa del virtuoso joven enamorado.
Los tobas consideraron al palo santo como un árbol venerable por su nobleza y le concedieron el honor de llamarlo COSAKAIT.