¿poemas de pablo neruda?

quiero saber en que poemas pablo neruda habla acerca de una mujer y la tierra y el mar en el libro 20 poemas de amor y una cancion desesperada.

gracias.

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Comments

  • El poema 1 Cuerpo de mujer.. habla de todo esto, pero mi favorito es el 7 Inclinado en las tardes (aunque no tenga nada que ver).

    Saludos y espero que te sirva

  • LA CARTA EN EL CAMINO

    Adiós, pero conmigo

    serás, irás adentro

    de una gota de sangre que circule en mis venas

    o fuera, beso que me abrasa el rostro

    o cinturón de fuego en mi cintura.

    Dulce mía, recibe

    el gran amor que salió de mi vida

    y que en ti no encontraba territorio

    como el explorador perdido

    en las islas del pan y de la miel.

    Yo te encontré después

    de la tormenta,

    la lluvia lavó el aire

    y en el agua

    tus dulces pies brillaron como peces.

    Adorada, me voy a mis combates.

    Arañaré la tierra para hacerte

    una cueva y allí tu Capitán

    te esperará con flores en el lecho.

    No pienses más, mi dulce,

    en el tormento

    que pasó entre nosotros

    como un rayo de fósforo

    dejándonos tal vez su quemadura.

    La paz llegó también porque regreso

    a luchar a mi tierra,

    y como tengo el corazón completo

    con la parte de sangre que me diste

    para siempre,

    y como

    llevo

    las manos llenas de tu ser desnudo,

    mírame,

    mírame,

    mírame por el mar, que voy radiante,

    mírame por la noche que navego,

    y mar y noche son los ojos tuyos.

    No he salido de ti cuando me alejo.

    Ahora voy a contarte:

    mi tierra será tuya,

    yo voy a conquistarla,

    no sólo para dártela,

    sino que para todos,

    para todo mi pueblo.

    Saldrá el ladrón de su torre algún día.

    Y el invasor será expulsado.

    Todos los frutos de la vida

    crecerán en mis manos

    acostumbradas antes a la pólvora.

    Y sabré acariciar las nuevas flores

    porque tú me enseñaste la ternura.

    Dulce mía, adorada,

    vendrán conmigo a luchar cuerpo a cuerpo

    porque en mi corazón viven tus besos

    como banderas rojas,

    y si caigo, no sólo

    me cubrirá la tierra

    sino este gran amor que me trajiste

    y que vivió circulando en mi sangre.

    Vendrás conmigo,

    en esa hora te espero,

    en esa hora y en todas las horas,

    en todas las horas te espero.

    Y cuando venga la tristeza que odio

    a golpear a tu puerta,

    dile que yo te espero

    y cuando la soledad quiera que cambies

    la sortija en que está mi nombre escrito,

    dile a la soledad que hable conmigo,

    que yo debí marcharme

    porque soy un soldado,

    y que allí donde estoy,

    bajo la lluvia o bajo

    el fuego,

    amor mío, te espero,

    te espero en el desierto más duro

    y junto al limonero florecido:

    en todas partes donde esté la vida,

    donde la primavera está naciendo,

    amor mío, te espero.

    Cuando te digan «Ese hombre

    no te quiere», recuerda

    que mis pies están solos en esa noche, y buscan

    los dulces y pequeños pies que adoro.

    Amor, cuando te digan

    que te olvidé, y aun cuando

    sea yo quien lo dice,

    cuando yo te lo diga,

    no me creas,

    quién y cómo podrían

    cortarte de mi pecho

    y quién recibiría

    mi sangre

    cuando hacia ti me fuera desangrando?

    Pero tampoco puedo

    olvidar a mi pueblo.

    Voy a luchar en cada calle,

    detrás de cada piedra.

    Tu amor también me ayuda:

    es una flor cerrada

    que cada vez me llena con su aroma

    y que se abre de pronto

    dentro de mí como una gran estrella.

    Amor mío, es de noche.

    El agua negra, el mundo

    dormido, me rodean.

    Vendrá luego la aurora,

    y yo mientras tanto te escribo

    para decirte: «Te amo».

    Para decirte «Te amo», cuida,

    limpia, levanta,

    defiende

    nuestro amor, alma mía.

    Yo te lo dejo como si dejara

    un puñado de tierra con semillas.

    De nuestro amor nacerán vidas.

    En nuestro amor beberán agua.

    Tal vez llegará un día

    en que un hombre

    y una mujer, iguales

    a nosotros,

    tocarán este amor, y aún tendrá fuerza

    para quemar las manos que lo toquen.

    Quiénes fuimos? Qué importa?

    Tocarán este fuego

    y el fuego, dulce mía, dirá tu simple nombre

    y el mío, el nombre

    que tú sola supiste porque tú sola

    sobre la tierra sabes

    quién soy, y porque nadie me conoció como una,

    como una sola de tus manos,

    porque nadie

    supo cómo, ni cuándo

    mi corazón estuvo ardiendo:

    tan sólo

    tus grandes ojos pardos lo supieron,

    tu ancha boca,

    tu piel, tus pechos,

    tu vientre, tus entrañas

    y el alma tuya que yo desperté

    para que se quedara

    cantando hasta el fin de la vida.

    Amor, te espero.

    Adiós, amor, te espero.

    Amor, amor, te espero.

    Y así esta carta se termina

    sin ninguna tristeza:

    están firmes mis pies sobre la tierra,

    mi mano escribe esta carta en el camino,

    y en medio de la vida estaré

    siempre

    junto al amigo, frente al enemigo,

    con tu nombre en la boca

    y un beso que jamás

    se apartó de la tuya.

    PABLO NERUDA.

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