En psiquiatría, la androfobia es una fobia que produce un anormal y persistente miedo a los varones. No debe ser confundido con la misantropía (odio a los humanos) ni la misandria (odio a los varones). Las posibles causas de esta patología pueden tener origen en un evento traumático en edad temprana con un hombre o un niño.La misandria es un fenómeno psicológico relacionado con el odio a los varones. No debe ser confundido con la androfobia.La androfobia está considerada una patología mental tratable, a diferencia de la misandria, que es desarrollada en paisajes formativos (ya sean culturales o sociales).
Un ejemplo de Misandria es el Manifiesto de SCUM de 1967, escrito por la feminista radical Valerie Solanas, famosa por disparar contra Andy Warhol. El Manifiesto ha sido traducido al castellano y comentado por Diego Luis San Román en su trabajo SCUM, Cell 16 y la revolución hiperfeminsta.
La tesis fundamental del Feminismo de la Emancipación, que tiende a la vindicación de la igualdad entre mujeres y hombres, tiende también a pretender anular las diferencias de naturaleza entre los sexos (en contraposición al Feminismo de la diferencia) bajo la hoy muy compartida y justa reivindicación de la igualdad de derechos ciudadanos. Este posicionamiento junto a la tesis central de que es el Hombre, como sexo (y no las condiciones estructurales, sociales, psicológicas, económicas, biológicas, etcétera) el que ha mantenido a lo largo de toda la Historia de la Humanidad a las mujeres dominadas y sometidas, lo que se conoce como Patriarcalismo o Falocentrismo, ha llevado a que en diversos grados se exprese, experimente y cultive la misandria en el Feminismo Emancipatorio. Identificar al varón como el sujeto del mal y la causa de los dolores y los sufrimientos de las mujeres de todos los tiempos es, en cuanto punto de partida y nudo central de ciertos tipos de feminismo, un posicionamiento misándrico o que puede generar misandria.
Las mujeres cuya identidad sexual se ha forjado en la dirección de buscar como compañeras a otras mujeres, las lesbianas (nombre que procede de ser frecuentes ese tipo de relaciones en la isla de Lesbos, de la antigua Grecia) pueden caer en la misandria como consecuencia del proceso de reafirmación dialéctica de su identidad. Así como el varón heterosexual se ha definido en relación a su identidad sexual por oposición al homosexual (proceso que puede conllevar a caer en la homofobia u odio a los homosexuales) la mujer lesbiana, identificada con el padre y en rechazo de la madre que no es dominante (considerada como sumisa, obediente y dominada) tiende a fortalecer su identidad sexual en detrimento de la del varón y la mujer heterosexuales, ya que el proceso edípico está cruzado y es el sujeto dominante (madre o padre) que desempeña los roles tradicionalmente asumidos por el varón el que determina la orientación sexual. Dicha forja de identidad lesbiana (y también la homosexual) en la edad moderna o a partir de la llegada del cristianismo (recuérdese que en la Grecia clásica la homosexualidad, la bisexualidad, el lesbianismo y la heterosexualidad no entraban en conflicto y eran identidades socialmente respetadas, admitidas y bien extendidas) fue vista como una anomalía o enfermedad, pero hoy vuelve a ser admitida como un proceso normal (entre otros) de constitución y desarrollo de la personalidad y la identidad sexual. Esto nos aboca a un mundo multipolar y plural en el que debe procurar evitarse que la reafirmación de la propia identidad tenga que lograrse por negación de su contraria, al pluralismo político social en las democracias del segundo milenio. En ese sentido la Misandria puede vincularse con fenómenos como el Racismo y la Xenofobia, según se pretenda reafirmar la identidad social en virtud del color de piel que se tenga (en detrimento de los que son diferentes) o según se quiera reafirmar la identidad nacional en virtud del nacimiento en un determinado lugar (en detrimento de los extranjeros). A este respecto el Feminismo de la Diferencia, que aboga también por la igualdad de derechos ciudadanos, adopta una posición más pluralista que el Feminismo de la Emancipación, al no confundir la igualdad de derechos y libertades con la supresión y rechazo de lo diferente, si bien en ocasiones incurre también en el posicionamiento emancipatorio; en la focalización de los principios y las causas de todo malestar de las mujeres en el Hombre, el sexo masculino y el varón heterosexual, bajo la rúbrica de la existencia de un falocentrismo a lo largo de la Historia. Toda identidad establece un afuera más allá de los límites que constituyen su interioridad, un afuera por lo tanto constituyente, que contamina desde el comienzo a dicha identidad, un referente polémico y un sistema de exclusión del conjunto. El momento identitario piscogenético podrá ser discutido en sus decursos y determinaciones pero es un momento estructural ineliminable en el desarrollo humano. De cómo se desenvuelva este proceso
elqeu sea lesbiana no significa que tiene fobia o miedo a ls hombres lo que pasa es que son gustos facil pra ellas estar con otra mujer se sienten mas comodas y saben que la vana escuchar ... es muy diferente
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En psiquiatría, la androfobia es una fobia que produce un anormal y persistente miedo a los varones. No debe ser confundido con la misantropía (odio a los humanos) ni la misandria (odio a los varones). Las posibles causas de esta patología pueden tener origen en un evento traumático en edad temprana con un hombre o un niño.La misandria es un fenómeno psicológico relacionado con el odio a los varones. No debe ser confundido con la androfobia.La androfobia está considerada una patología mental tratable, a diferencia de la misandria, que es desarrollada en paisajes formativos (ya sean culturales o sociales).
Un ejemplo de Misandria es el Manifiesto de SCUM de 1967, escrito por la feminista radical Valerie Solanas, famosa por disparar contra Andy Warhol. El Manifiesto ha sido traducido al castellano y comentado por Diego Luis San Román en su trabajo SCUM, Cell 16 y la revolución hiperfeminsta.
La tesis fundamental del Feminismo de la Emancipación, que tiende a la vindicación de la igualdad entre mujeres y hombres, tiende también a pretender anular las diferencias de naturaleza entre los sexos (en contraposición al Feminismo de la diferencia) bajo la hoy muy compartida y justa reivindicación de la igualdad de derechos ciudadanos. Este posicionamiento junto a la tesis central de que es el Hombre, como sexo (y no las condiciones estructurales, sociales, psicológicas, económicas, biológicas, etcétera) el que ha mantenido a lo largo de toda la Historia de la Humanidad a las mujeres dominadas y sometidas, lo que se conoce como Patriarcalismo o Falocentrismo, ha llevado a que en diversos grados se exprese, experimente y cultive la misandria en el Feminismo Emancipatorio. Identificar al varón como el sujeto del mal y la causa de los dolores y los sufrimientos de las mujeres de todos los tiempos es, en cuanto punto de partida y nudo central de ciertos tipos de feminismo, un posicionamiento misándrico o que puede generar misandria.
Las mujeres cuya identidad sexual se ha forjado en la dirección de buscar como compañeras a otras mujeres, las lesbianas (nombre que procede de ser frecuentes ese tipo de relaciones en la isla de Lesbos, de la antigua Grecia) pueden caer en la misandria como consecuencia del proceso de reafirmación dialéctica de su identidad. Así como el varón heterosexual se ha definido en relación a su identidad sexual por oposición al homosexual (proceso que puede conllevar a caer en la homofobia u odio a los homosexuales) la mujer lesbiana, identificada con el padre y en rechazo de la madre que no es dominante (considerada como sumisa, obediente y dominada) tiende a fortalecer su identidad sexual en detrimento de la del varón y la mujer heterosexuales, ya que el proceso edípico está cruzado y es el sujeto dominante (madre o padre) que desempeña los roles tradicionalmente asumidos por el varón el que determina la orientación sexual. Dicha forja de identidad lesbiana (y también la homosexual) en la edad moderna o a partir de la llegada del cristianismo (recuérdese que en la Grecia clásica la homosexualidad, la bisexualidad, el lesbianismo y la heterosexualidad no entraban en conflicto y eran identidades socialmente respetadas, admitidas y bien extendidas) fue vista como una anomalía o enfermedad, pero hoy vuelve a ser admitida como un proceso normal (entre otros) de constitución y desarrollo de la personalidad y la identidad sexual. Esto nos aboca a un mundo multipolar y plural en el que debe procurar evitarse que la reafirmación de la propia identidad tenga que lograrse por negación de su contraria, al pluralismo político social en las democracias del segundo milenio. En ese sentido la Misandria puede vincularse con fenómenos como el Racismo y la Xenofobia, según se pretenda reafirmar la identidad social en virtud del color de piel que se tenga (en detrimento de los que son diferentes) o según se quiera reafirmar la identidad nacional en virtud del nacimiento en un determinado lugar (en detrimento de los extranjeros). A este respecto el Feminismo de la Diferencia, que aboga también por la igualdad de derechos ciudadanos, adopta una posición más pluralista que el Feminismo de la Emancipación, al no confundir la igualdad de derechos y libertades con la supresión y rechazo de lo diferente, si bien en ocasiones incurre también en el posicionamiento emancipatorio; en la focalización de los principios y las causas de todo malestar de las mujeres en el Hombre, el sexo masculino y el varón heterosexual, bajo la rúbrica de la existencia de un falocentrismo a lo largo de la Historia. Toda identidad establece un afuera más allá de los límites que constituyen su interioridad, un afuera por lo tanto constituyente, que contamina desde el comienzo a dicha identidad, un referente polémico y un sistema de exclusión del conjunto. El momento identitario piscogenético podrá ser discutido en sus decursos y determinaciones pero es un momento estructural ineliminable en el desarrollo humano. De cómo se desenvuelva este proceso
Amargadas.
ps... io creeo qe solo son mas timidas qe lo normal!
elqeu sea lesbiana no significa que tiene fobia o miedo a ls hombres lo que pasa es que son gustos facil pra ellas estar con otra mujer se sienten mas comodas y saben que la vana escuchar ... es muy diferente