Lo responsabiliza de haber hecho desaparecer por arte de magia la biblioteca que tenía en sus aposentos. En realidad los libros fueron quemados, en su mayoría, por el ama y la sobrina, tras la revisión y selección llevada a cabo por el cura y el barbero, amigos de don Quijote, que pretenden, con esta acción, evitar que la locura del héroe se acreciente, ya que piensan que ésta es debida a la lectura continuada de libros de caballerías.
El sabio Frestón es un personaje similar a los seres dotados de cualidades sobrenaturales en los libros de caballerías. Los sabios y los magos, grandes conocedores de los encantamientos y de la magia, están presentes en la tradición caballeresca desde los más antiguos textos relacionados con el género. Por ejemplo el Amadís de Gaula debía guardarse de las malas artes de Arcaláus el Encantador, un perverso mago que tiene como meta hacer imposible el engrandecimiento del héroe. A la estirpe de este último pertenece el sabio Frestón, de quien dice don Quijote: «es un sabio encantador, grande enemigo mío, que me tiene ojeriza, porque sabe por sus artes y letras que tengo de venir, andando los tiempos, a pelear en singular batalla con un caballero a quien él favorece, y le tengo de vencer, sin que él lo pueda estorbar, y por esto procura hacerme todos los sinsabores que puede» ( Primera parte, capítulo 7).
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Lo responsabiliza de haber hecho desaparecer por arte de magia la biblioteca que tenía en sus aposentos. En realidad los libros fueron quemados, en su mayoría, por el ama y la sobrina, tras la revisión y selección llevada a cabo por el cura y el barbero, amigos de don Quijote, que pretenden, con esta acción, evitar que la locura del héroe se acreciente, ya que piensan que ésta es debida a la lectura continuada de libros de caballerías.
El sabio Frestón es un personaje similar a los seres dotados de cualidades sobrenaturales en los libros de caballerías. Los sabios y los magos, grandes conocedores de los encantamientos y de la magia, están presentes en la tradición caballeresca desde los más antiguos textos relacionados con el género. Por ejemplo el Amadís de Gaula debía guardarse de las malas artes de Arcaláus el Encantador, un perverso mago que tiene como meta hacer imposible el engrandecimiento del héroe. A la estirpe de este último pertenece el sabio Frestón, de quien dice don Quijote: «es un sabio encantador, grande enemigo mío, que me tiene ojeriza, porque sabe por sus artes y letras que tengo de venir, andando los tiempos, a pelear en singular batalla con un caballero a quien él favorece, y le tengo de vencer, sin que él lo pueda estorbar, y por esto procura hacerme todos los sinsabores que puede» ( Primera parte, capítulo 7).