¿te ruego,. te suplico,. no me dejes,. SOLEDAD,. no me dejes!?
*****Tenme de ti*****
Veo a lo lejos tu mirada
me hechiza, me cautiva
eres tú, llena de ti
me enamoras, sí es amor
caigo rendida a ti, es amor
lo tengo .. es amor.
necesitad
Abrázame, protégeme
te necesito
rodéame con tus brazos
lléname de tus besos
te necesito
háblame, escúchame
espérame, perdóname
te necesito .....ven a mí
Estoy sin ti
5 anhos de estar sola,. mas que con soledad!
si eres,. tu,. no le tengas miedo a soledad,. no es mi dueno,. no es mas que un gran amigo!
ahora le abro al hombre,. llamado AMOR!
ENTRA EN MI,. Y MUESTRAME TU ROSTRO,. POR FAVOR!
Update:BUENA TARDE!
Comments
Bella dama.
Bella poesía.
Que su hombre se haga caballero.
simplemente HERMOSO
Hola Nora
Hermoso lo que nos compartes
La soledad es mi amiga y aliada
con ella comparto mis penas y
alegrÃas es paciente con migo
siempre me escucha aun que
nada me diga pero me reconforta
sentirla a mi lado
Un beso
CAPPI
BIEN...
Las arañas devoran a sus machos,
los engullen y los digieren,
se alimentan de sus carnes
y se embelesaan de su sangre
A la viuda negra : FRESITA O Nora ..........
LA ARAÃA
Entre las hojas de laurel, marchitas,
de la corona vieja,
que en lo alto de mi lecho suspendida,
un triunfo no alcanzado me recuerda,
una araña ha formado
su lóbrega vivienda
con hilos tembladores
más blancos que la seda,
donde aguarda a las moscas
haciendo centinela
a las moscas incautas
que allà prisión encuentran,
y que la araña chupa
con ansiedad suprema.
He querido matarla:
Mas... ¡imposible! Al verla
con sus patas peludas
y su cabeza negra,
la compasión invade
mi corazón, y aquella
criatura vil, entonces,
como si comprendiera
mi pensamiento, avanza
sin temor, se me acerca
como queriendo darme
las gracias, y se aleja .
después, a su escondite
desde el cual me contempla.
Bien sabe que la odio
por lo horrible y perversa;
y que me alegrarÃa
si la encontrara muerta;
mas ya de mà no huye,
ni ante mis ojos tiembla;
un leal enemigo
quizás me juzga, y piensa
al ver que la ventaja
es mÃa, por la fuerza,
¡que no extinguiré nunca
su mÃsera existencia!
En los dÃas amargos
en que gimo, y las quejas
de mis labios se escapan
en forma de blasfemias,
alzo los tristes ojos .
a mi corona Vieja,
y encuentro allà la araña,
la misma araña fea
con sus patas peludas
Y su cabeza negra,
¡como oyendo las frases
que en mi boca aletean!
En las noches sombrÃas
cuando todas mis penas
como negros vampiros
sobre mi lecho vuelan,
cuando el insomnio pinta
las moradas ojeras,
y las rojizas manchas
en mi faz macilenta,
me parece que baja
la araña de su celda,
y camina y camina...
y camina sin tregua
por mi semblante mustio
hasta que el alba llega.
¿Es compasiva? ¿Es mala?
¿Indiferente? Vela
mi sueño, y, cuando escribo,
silenciosa me observa.
¿Me compadece acaso?
¿De mi dolor se alegra?
¡Dime quién eres, monstruo!
¿En tu cuerpo se alberga
un espÃritu? Dime:
¿Es el alma de aquella
mujer que me persigue,
todavÃa, aunque muerta?
¿La que mató mi dicha
y me inundó en tristeza?
Dime: ¿Acaso dejaste
la vibradora selva,
donde enredar solÃas,
tus plateadas hebras,
en las obscuras ramas
de las frondosas ceibas,
por venir a mi alcoba,
en el misterio envuelta,
como una envidia muda,
como una viva mueca?
¡Te hablo y tú nada dices,
te hablo y no me contestas!
¡Aparta, monstruo, huye
otra vez, a tu celda!
Quizás mañana mismo,
cuando en mi lecho muera,
cuando la ardiente sangre
se cuaje entre mis venas
y mis ojos se enturbien,
tú, alimaña siniestra,
bajarás silenciosa
y en mi obscura melena
formarás otro asilo,
formarás otra tela,
sólo por perseguirme
¡hasta en la misma huesa!
¡Qué importa!... nos odiamos,
pero escucha: no temas,
no temas por tu vida,
¡es toda tuya, entera!
¡Jamás romperé el hilo
de tu muda existencia!
Sigue viviendo, sigue,
pero... ¡oculta en tu cueva!
¡No salgas! ¡No me mires!
No escuches más mis quejas,
ni me muestres tus patas,
¡ni tu cabeza negra!...
Sigue viviendo sigue,
inmunda compañera,
entre las hojas de laurel marchitas
de la corona vieja,
que en lo alto de mi lecho suspendida
¡un triunfo, no alcanzado, me recuerda!