El verdadero espanto más allá de cualquier fantasÃa, es el que se manifiesta en la perversidad, en el mal. El mal se manifiesta en espÃritus soberbios, que pretenden poder imponer a otros sus caprichos. Eso es válido tanto entre humanos como entre otras criaturas, pero siempre entre seres con emociones, no en cosas.
Esas almas equivocadas son capaces de superar cualquier barrera de lÃmites o de obligaciones morales. Su egoÃsmo está por delante de todo, su arrogancia y vanidad son tarjeta de presentación.
Desde crueles dictadores hasta asesinos y sicópatas, están encolumnados en esa forma de monstruosidad producto de no respetar las leyes evolutivas y no aceptar al prójimo como valioso.
Incluso los fantasmas y espectros que aparecen en casas, son con frecuencia espÃritus de esta clase de gente que quiere seguir imponiendo a los vivos sus caprichos. Hasta los mismÃsimos Belcebúes, que no son otros que jefes de legiones abismales, provienen de esta clase de almas rebeldes que aún no oyen el decálogo de sus obligaciones para con la creación y son presos de su propia perversidad, por mal uso del libre albedrÃo.
Anda suelto un casalito de Monstruos "K" que tienen aterrado a todo un paÃs, son devoradores compulsivos y vienen desde la Patagonia, ojo que ademas se morfan hasta la historia.
Comments
El de pesadilla en las Calle del Infierno, todas las películas de este tema el tipo con la garra de metal huy que miedo.*
el tiburón.............
un perro rabioso............
un delincuente............
hay varios.
El verdadero espanto más allá de cualquier fantasÃa, es el que se manifiesta en la perversidad, en el mal. El mal se manifiesta en espÃritus soberbios, que pretenden poder imponer a otros sus caprichos. Eso es válido tanto entre humanos como entre otras criaturas, pero siempre entre seres con emociones, no en cosas.
Esas almas equivocadas son capaces de superar cualquier barrera de lÃmites o de obligaciones morales. Su egoÃsmo está por delante de todo, su arrogancia y vanidad son tarjeta de presentación.
Desde crueles dictadores hasta asesinos y sicópatas, están encolumnados en esa forma de monstruosidad producto de no respetar las leyes evolutivas y no aceptar al prójimo como valioso.
Incluso los fantasmas y espectros que aparecen en casas, son con frecuencia espÃritus de esta clase de gente que quiere seguir imponiendo a los vivos sus caprichos. Hasta los mismÃsimos Belcebúes, que no son otros que jefes de legiones abismales, provienen de esta clase de almas rebeldes que aún no oyen el decálogo de sus obligaciones para con la creación y son presos de su propia perversidad, por mal uso del libre albedrÃo.
Anda suelto un casalito de Monstruos "K" que tienen aterrado a todo un paÃs, son devoradores compulsivos y vienen desde la Patagonia, ojo que ademas se morfan hasta la historia.