El Dr. Manuel Peimbert Sierra afirma que "los astrónomos trabajamos de sol a sol", pues "en el momento que se mete el sol, ya se pone uno a trabajar, observando la mayoría de los objetos del universo hasta que vuelve a salir el sol". No obstante, hay unos cuantos astrónomos que se dedican a observar el sol. Ellos también trabajan de sol a sol, pero durante el día, mientras que la mayoría trabajamos durante la noche".
El Dr. Peimbert es físico egresado de la Facultad de Ciencias. En la Universidad de California, en Berkeley, realizó sus estudios de maestría y doctorado. Es investigador titular de tiempo completo en el Instituto de Astronomía de la UNAM.
Recibió el Premio Universidad Nacional en 1988 en la rama de la investigación en ciencias exactas. Entre otras distinciones, también recibió el Premio de Ciencias de la Academia de la Investigación Científica "Arturo Rosenblueth" en 1971; la medalla "Guillaume Budé" del Colegio de Francia en 1974, y el Premio Nacional de Ciencias y Artes en el área de las ciencias físico-matemáticas y naturales en 1981.
Es colaborador en publicaciones especializadas internacionales, como The Astrophisical Journal, Astronomy and Astrophysics y la Revista Mexicana de Astronomía y Astrofísica. Destacan entre sus temas de investigación la materia interestelar y la de las nebulosas ionizadas, como Orión; la composición química y evolución de las galaxias, y la abundancia pregaláctica o primordial de helio.
Manuel Peimbert estableció que el 23% de la masa existente en el universo es de helio y el 77%, de hidrógeno, aportación que hizo a los 33 años.
Recuerda que cuando era niño, sus profesores, entre otras personas, opinaban que "únicamente los genios pueden hacer investigación. Es una actividad para unos pocos y si uno no es superdotado, mejor que se dedique a otra cosa". Sin embargo, después de conocer a investigadores de otros países, opina que los hay desde muy brillantes, hasta por debajo de la inteligencia promedio. Para hacer ciencia, afirma, se requiere tener pasión por ella. Un científico puede ser bueno si tiene gusto por su trabajo.
De niño, continúa el doctor Peimbert, le interesaba el juego de las canicas. Recuerda su colonia, la Crédito Constructor, donde había dos ríos a los que frecuentaba para jugar. Sus amigos le ayudaban a poner piedras para lograr que subiera el nivel del caudal, lo que les permitía chapotear. Además del recuerdo del "pequeño riachuelo", tenía el interés por leer, más que por observar las estrellas. Reconoce que cuando niño no tenía la pasión o la vocación por la astronomía, sino el gusto, además de leer, por ir al cine y convivir con sus amigos en las calles, lo que disfrutaban porque entonces los automóviles no invadían la ciudad de México.
En el primer año de su carrera el doctor Peimbert llevó astronomía como materia optativa, al igual que su amigo Gerardo Bátiz, con quien se dirigió al observatorio de Tonanzintla para buscar trabajo, aunque confiesa que no en el sentido remunerado, sino con el fin de ayudar a los astrónomos, para lo que creían tener la capacidad: "No teníamos la menor idea, todavía, de qué se trataba, ni qué conocimientos necesitábamos, pero con nuestra ingenuidad o inocencia de los 16 ó 17 años, llegamos a Tonanzintla a decir que queríamos ayudar".
Al ser recibidos, se les propuso un proyecto de investigación, el cual los llevó a descubrir un conjunto de nebulosas planetarias. "Entonces publicamos la nota y un astrónomo checoeslovaco hizo un catálogo con todas las nebulosas planetarias. De acuerdo a la costumbre, a la tradición, puso el nombre de los descubridores a todos los objetos. Los objetos que encontramos Gerardo Bátiz y yo se llaman nebulosas Peimbert-Bátiz".
Este hecho, asegura el doctor Peimbert, despertó su pasión por la astronomía. Se dio cuenta de que sin una gran preparación les fue posible encontrar cosas nuevas. Recuerda el doctor Peimbert que el escribir su primera nota sobre los descubrimientos que logró con Gerardo Bátiz, le produjo "una satisfacción enorme". Considera que este hecho fue fundamental para encausarse en la astronomía.
Qué hace un astrónomo, así como a qué se dedica un físico, son preguntas que, en opinión del doctor Peimbert, se hacen personas con poco conocimiento sobre el tema, quienes, inclusive, opinan que si no son actividades "para que baje el precio del kilo de la tortilla", no son importantes para el país. Señala que hay muchas respuestas a estas preguntas, desde las muy generales, hasta las particulares. Los astrónomos, explica, "queremos saber qué es lo que está pasando en el universo", mientras que los físicos se dedican a resolver problemas de laboratorio. Los astrónomos se ocupan del "estudio de todo el universo, todo lo que hay en el universo y, en cierta medida, del pasado, el presente y el futuro del universo, que tiene mucho que ver con la identidad humana".
El doctor Manuel Peimbert explica: "los átomos que forman nuestros cuerpos, los
La Doctora Julieta Norma Fierro Gossman es Investigador Titular A, de tiempo completo, del Instituto de Astronomía de la UNAM y Profesora de la Facultad de Ciencias de la misma. Ocupa la Silla XXV de la Academia Mexicana de la Lengua. Actualmente funge como Presidenta la Academia Mexicana de Profesores de Ciencias Naturales.
El área de trabajo de Julieta Fierro ha sido la materia interestelar y sus trabajos más recientes se refirieron al Sistema Solar.
Ha incursionado en labores de educación, colaborado en el Correo del Maestro. Fue Presidente de la Comisión 46, dedicada a la Enseñanza de la Astronomía de la Unión Astronómica Internacional. Escribió varios capítulos para libros de preescolar y secundaria sobre ciencia. Seis de sus libros forman parte de las bibliotecas de aula.
Julieta Fierro ha escrito 40 libros de divulgación y decenas de publicaciones diversas. Participa de manera sistemática en programas de radio y televisión. Ha dictado centenares de conferencias en 32 países y elaborado numerosos talleres de ciencia para niños.
Ha colaborado con exposiciones sobre astronomía en diversos lugares de la República de los que cabe destacar la Sala de Astronomía de Universum, el Museo Descubre de Aguascalientes y la Semilla en Chihuahua. Además colaboró en la creación de exposiciones en Puerto Rico, en el Observatorio McDonald en los EUA y en la Feria Internacional de Aichi, Japón.
La investigadora mexicana fue directora General de Divulgación de la Ciencia de la UNAM y miembro de la mesa directiva de la Sociedad Astronómica del Pacífico, así como presidenta de la Sociedad Mexicana de Museos de Ciencia . Ha escrito para los periódicos: El Financiero, Excelsior, La Jornada, U2000 y el Reforma
Julieta Fierro recibió los premios de Divulgación de la Ciencia de la Academia de Ciencias del Tercer Mundo y el Nacional de Divulgación de la Ciencia de 1992, así como los Premios Kalinga de la UNESCO en 1995, la Medalla de Oro Primo Rovis del Centro de Astrofísica Teórica de Trieste, 1996, el Premio Klumpke-Roberts de la Sociedad Astronómica del Pacífico en los EUA, el Premio Latinoamericano de Popularización de la Ciencia en Chile en el 2001. En 2003 le fue entregada La Medalla al Mérito Ciudadano de la Asamblea de Representantes del Distrito Federal. En 2004 recibió la Medalla Benito Juárez y fue la Mujer del Año. En 2005 recibió el reconocimiento Flama de la Universidad Autónoma de Nuevo León. En 2006 fue galardonada con el Master de Oro y un doctorado Honoris Causa del CITEM. Varios laboratorios, bibliotecas, planetarios y sociedades astronómicas llevan su nombre.
Ya te lo dijeron, La Dra. Julieta Fierro, otro famoso es el Dr. José de la Herrán, Trabaja como Director del Observatorio de San Pedro Mártir en B.C.N. y ambos colaboran para Grupo Imagen con "Cápsulas de la Ciencia" en el programa de Pedro Ferriz hijo.
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El Dr. Manuel Peimbert Sierra afirma que "los astrónomos trabajamos de sol a sol", pues "en el momento que se mete el sol, ya se pone uno a trabajar, observando la mayoría de los objetos del universo hasta que vuelve a salir el sol". No obstante, hay unos cuantos astrónomos que se dedican a observar el sol. Ellos también trabajan de sol a sol, pero durante el día, mientras que la mayoría trabajamos durante la noche".
El Dr. Peimbert es físico egresado de la Facultad de Ciencias. En la Universidad de California, en Berkeley, realizó sus estudios de maestría y doctorado. Es investigador titular de tiempo completo en el Instituto de Astronomía de la UNAM.
Recibió el Premio Universidad Nacional en 1988 en la rama de la investigación en ciencias exactas. Entre otras distinciones, también recibió el Premio de Ciencias de la Academia de la Investigación Científica "Arturo Rosenblueth" en 1971; la medalla "Guillaume Budé" del Colegio de Francia en 1974, y el Premio Nacional de Ciencias y Artes en el área de las ciencias físico-matemáticas y naturales en 1981.
Es colaborador en publicaciones especializadas internacionales, como The Astrophisical Journal, Astronomy and Astrophysics y la Revista Mexicana de Astronomía y Astrofísica. Destacan entre sus temas de investigación la materia interestelar y la de las nebulosas ionizadas, como Orión; la composición química y evolución de las galaxias, y la abundancia pregaláctica o primordial de helio.
Manuel Peimbert estableció que el 23% de la masa existente en el universo es de helio y el 77%, de hidrógeno, aportación que hizo a los 33 años.
Recuerda que cuando era niño, sus profesores, entre otras personas, opinaban que "únicamente los genios pueden hacer investigación. Es una actividad para unos pocos y si uno no es superdotado, mejor que se dedique a otra cosa". Sin embargo, después de conocer a investigadores de otros países, opina que los hay desde muy brillantes, hasta por debajo de la inteligencia promedio. Para hacer ciencia, afirma, se requiere tener pasión por ella. Un científico puede ser bueno si tiene gusto por su trabajo.
De niño, continúa el doctor Peimbert, le interesaba el juego de las canicas. Recuerda su colonia, la Crédito Constructor, donde había dos ríos a los que frecuentaba para jugar. Sus amigos le ayudaban a poner piedras para lograr que subiera el nivel del caudal, lo que les permitía chapotear. Además del recuerdo del "pequeño riachuelo", tenía el interés por leer, más que por observar las estrellas. Reconoce que cuando niño no tenía la pasión o la vocación por la astronomía, sino el gusto, además de leer, por ir al cine y convivir con sus amigos en las calles, lo que disfrutaban porque entonces los automóviles no invadían la ciudad de México.
En el primer año de su carrera el doctor Peimbert llevó astronomía como materia optativa, al igual que su amigo Gerardo Bátiz, con quien se dirigió al observatorio de Tonanzintla para buscar trabajo, aunque confiesa que no en el sentido remunerado, sino con el fin de ayudar a los astrónomos, para lo que creían tener la capacidad: "No teníamos la menor idea, todavía, de qué se trataba, ni qué conocimientos necesitábamos, pero con nuestra ingenuidad o inocencia de los 16 ó 17 años, llegamos a Tonanzintla a decir que queríamos ayudar".
Al ser recibidos, se les propuso un proyecto de investigación, el cual los llevó a descubrir un conjunto de nebulosas planetarias. "Entonces publicamos la nota y un astrónomo checoeslovaco hizo un catálogo con todas las nebulosas planetarias. De acuerdo a la costumbre, a la tradición, puso el nombre de los descubridores a todos los objetos. Los objetos que encontramos Gerardo Bátiz y yo se llaman nebulosas Peimbert-Bátiz".
Este hecho, asegura el doctor Peimbert, despertó su pasión por la astronomía. Se dio cuenta de que sin una gran preparación les fue posible encontrar cosas nuevas. Recuerda el doctor Peimbert que el escribir su primera nota sobre los descubrimientos que logró con Gerardo Bátiz, le produjo "una satisfacción enorme". Considera que este hecho fue fundamental para encausarse en la astronomía.
Qué hace un astrónomo, así como a qué se dedica un físico, son preguntas que, en opinión del doctor Peimbert, se hacen personas con poco conocimiento sobre el tema, quienes, inclusive, opinan que si no son actividades "para que baje el precio del kilo de la tortilla", no son importantes para el país. Señala que hay muchas respuestas a estas preguntas, desde las muy generales, hasta las particulares. Los astrónomos, explica, "queremos saber qué es lo que está pasando en el universo", mientras que los físicos se dedican a resolver problemas de laboratorio. Los astrónomos se ocupan del "estudio de todo el universo, todo lo que hay en el universo y, en cierta medida, del pasado, el presente y el futuro del universo, que tiene mucho que ver con la identidad humana".
El doctor Manuel Peimbert explica: "los átomos que forman nuestros cuerpos, los
La Doctora Julieta Norma Fierro Gossman es Investigador Titular A, de tiempo completo, del Instituto de Astronomía de la UNAM y Profesora de la Facultad de Ciencias de la misma. Ocupa la Silla XXV de la Academia Mexicana de la Lengua. Actualmente funge como Presidenta la Academia Mexicana de Profesores de Ciencias Naturales.
El área de trabajo de Julieta Fierro ha sido la materia interestelar y sus trabajos más recientes se refirieron al Sistema Solar.
Ha incursionado en labores de educación, colaborado en el Correo del Maestro. Fue Presidente de la Comisión 46, dedicada a la Enseñanza de la Astronomía de la Unión Astronómica Internacional. Escribió varios capítulos para libros de preescolar y secundaria sobre ciencia. Seis de sus libros forman parte de las bibliotecas de aula.
Julieta Fierro ha escrito 40 libros de divulgación y decenas de publicaciones diversas. Participa de manera sistemática en programas de radio y televisión. Ha dictado centenares de conferencias en 32 países y elaborado numerosos talleres de ciencia para niños.
Ha colaborado con exposiciones sobre astronomía en diversos lugares de la República de los que cabe destacar la Sala de Astronomía de Universum, el Museo Descubre de Aguascalientes y la Semilla en Chihuahua. Además colaboró en la creación de exposiciones en Puerto Rico, en el Observatorio McDonald en los EUA y en la Feria Internacional de Aichi, Japón.
La investigadora mexicana fue directora General de Divulgación de la Ciencia de la UNAM y miembro de la mesa directiva de la Sociedad Astronómica del Pacífico, así como presidenta de la Sociedad Mexicana de Museos de Ciencia . Ha escrito para los periódicos: El Financiero, Excelsior, La Jornada, U2000 y el Reforma
Julieta Fierro recibió los premios de Divulgación de la Ciencia de la Academia de Ciencias del Tercer Mundo y el Nacional de Divulgación de la Ciencia de 1992, así como los Premios Kalinga de la UNESCO en 1995, la Medalla de Oro Primo Rovis del Centro de Astrofísica Teórica de Trieste, 1996, el Premio Klumpke-Roberts de la Sociedad Astronómica del Pacífico en los EUA, el Premio Latinoamericano de Popularización de la Ciencia en Chile en el 2001. En 2003 le fue entregada La Medalla al Mérito Ciudadano de la Asamblea de Representantes del Distrito Federal. En 2004 recibió la Medalla Benito Juárez y fue la Mujer del Año. En 2005 recibió el reconocimiento Flama de la Universidad Autónoma de Nuevo León. En 2006 fue galardonada con el Master de Oro y un doctorado Honoris Causa del CITEM. Varios laboratorios, bibliotecas, planetarios y sociedades astronómicas llevan su nombre.
Ya te lo dijeron, La Dra. Julieta Fierro, otro famoso es el Dr. José de la Herrán, Trabaja como Director del Observatorio de San Pedro Mártir en B.C.N. y ambos colaboran para Grupo Imagen con "Cápsulas de la Ciencia" en el programa de Pedro Ferriz hijo.
Mi profesor de Geometría Analítica tiene un Doctorado en Física en estado sólido y física nuclear.
Ha participado en varias conferencias y simposios a nivel internacional, me gusta cuando habla fránces jaja..
pero ha hecho comparaciones atómicas del núcleo de bhor en ecuaciones del movimiento de eso mismo y más cosas.
Pero no es astronomo sino Físico.