NO SÉ QUÉ HACER, POR FAVOR, AYUDA!?

¡Hola!

Bueno, soy una chica de 13 años, que me gustaría comentaros mi caso y obtener alguna respuesta o consejo pero sin ser publicado.

Verán, en el mes de marzo de 2008 me empezó a gustar un chico llamado Martín (al que conocí porque nos tocara en la misma clase ese año, 1ºESO b) y al principio todo iba bien, yo sólo se lo había contado a mis mejores amigas. Hasta que un día se enteró todo el instituto. Pero a mí eso, al fin y al cabo tampoco me importaba tanto, a pesar de todo, era un cotilleo más. Lo malo empezó a venir un día en el mes de abril en que yo le pedí para salir a Martín en el recreo, y él me dijo: "como amigos y nada más", ya que yo no le gustaba. Ya en clase, le escribí una especie de carta que decía si podíamos ser amigos y me podía seguir tratando como antes y todo eso que se suele decir, a lo que él me respondió un poco pasota que SÍ.

Pasaron los meses y cada vez me gustaba más, y más, y me di cuenta de que me estaba empezando a enamorar por primera vez en mi vida.

En junio, cuando el instituto se estaba acabando, me puse muy triste, ya que me di cuenta de que no lo iba a volver a ver hasta septiembre, el último día le dije: Adiós Martín. Pero casi no obtuve respuesta, ya que le estaba empezando a caer mal.

En el mes de Julio yo me fui de vacaciones con mis padres a Cataluña durante 15 días, y no logré sacármelo de la cabeza ni un sólo segundo. Cuando volví, cada día pensaba más en él, y necesitaba verlo como fuera, aunque no tenía ni idea de como hacerlo. El 23 de agosto (día del cumpleaños de Martín), me agregó al messenger un tal Juan, al que le pregunté si jugaba al fútbol y todo eso que se suele preguntar, hasta que me contó que era el mejor amigo de Martín y que jugaban en el mismo equipo. Yo le expliqué todo lo que me había pasado hasta ahora con él y Juan, se comprometió a ayudarme con mi tema. Me contó que iban a la piscina juntos y que todas aquellas tardes se las iban a pasar allí. Yo, muy contenta porque por fin iría a ver, les pregunté a mis amigas si me podían acompañar durante dos tardes hasta allí, sólo para verlo, y ellas, aunque nos quedara lejísimos (en la otra punta de la ciudad), aceptaron. Martín ni nos miró a la cara. Ellas me intentaban convencer de que no estaba enamorada, sino encaprichada, pero yo insistía en que lo daría TODO por él.

Juan me pidió para salir y yo le dije que sí, él me quería porque yo era muy guapa, y yo a él para olvidar a Martín (pero no era esa la solución adecuada). De allí a 15 días le dije a Juan que era mejor dejar lo nuestro, porque yo a quién quería en realidad era a Martín, y él se puso hecho una fiera y me empezó a insultar mientras él y Martín se reían de mí en lo que quedaba de verano.

Acabado el verano, empezó el instituto, y un año más fuimos todos para saber en qué clase nos había tocado: ¡MALAS NOTICIAS! a mí me tocara en 2ºa y a Martín en 2ºb, me puse muy, pero que muy triste.

Yo no sabía que lo peor estaba por llegar: en octubre (transcurrido un mes desde el comienzo del insti), una amiga mía de su clase, me anunció que Martín se cambiaba de instituto, y yo sentí en ese momento que se me caía el mundo. El día antes a que él se fuera, lo cogí por un brazo mientras el me decía: "¡que paso de ti!" y yo le dije: "te voy a echar muchísimo de menos, cuídate mucho por favor, te quiero". Y él se fue, parecía confuso.

Me sentía fatal, cada día peor, notaba su ausencia, el no verle por los pasillos, el no verle reír con sus amigos, etc.

En un pasillo estaban expuestos unos dibujos que hiciéramos cada uno para la asignatura de Plástica, y, por supuesto, también estaba el de Martín. Yo decidí cogerlo y cada noche le doy un beso antes de irme a dormir antes de ponerlo bajo mi almohada. Es lo único que me queda de él aparte de su recuerdo.

Pensé de todo para volver a verle, ya que lo echaba tantísimo en falta... Incluso en latar para ir a verlo, porque ellos salen a las 14:15 y nosotros a las 14:30h.

Durante 3 tardes seguidas fui hasta su portal y le timbré los tres días. Al tercero, su madre bajó y me dijo que lo dejara ya en paz, y que a estas alturas me preocupara de estudiar. A lo que yo le contesté que aprobaba todo con muy buenas notas (cosa que es verdad), pero que esto ahora no venía a cuento, que yo estaba allí porque estaba enamorada de su hijo. Ella me respondió: "mira hijita, yo también estoy enamorada de Tom Cruise y no se me ocurre ir a su casa a timbrarle porque ya lo veo todos los días por la TV". Desolada, me fui, para nunca volver a acercarme por allí, ya que me amenazó con llamar a mis padres si seguía así.

Hace poco, unos amigos míos, me dijeron que Martín pasaba todos los días a las 14:35h por una determinada calle, y yo fui a verlo. Me tiré a él y le dije: Hola Martín. Él me contestó: paso de ti, tía. Entonces, él cruzaba la calle, y yo lo agarré por la espalda e intenté darle un beso, pero me empujó y me dijo: ¡¿pero qué haces loca?!

Después hubo otros momentos en que lo vi, pero muy de lejos, y fue