Sólo el conocimiento que llega desde dentro es el verdadero conocimiento. Sócrates (470 AC-399 AC) Filósofo griego.
Si se les pregunta a quienes han estudiado la filosofía griega quién fue el hombre que pronunció primero esta sabia frase, la mayoría de ellos no dudará en responder que el autor de esta máxima es Sócrates, aunque algunos pretenden referirla a Platón y otros a Pitágoras. De estos pareceres contradictorios, de estas divergencias de opinión, estamos en nuestro derecho de concluir que esta frase no tiene por autor a ninguno de los filósofos mencionados, y que no es en ellos dónde habría que buscar su origen.
Nos parece lícito formular esta advertencia, que parecerá justa al lector cuando sepa que dos de estos filósofos, Pitágoras y Sócrates, no dejaron ningún escrito.
En cuanto a Platón, nadie, sea cual sea su competencia filosófica, está en situación de distinguir qué fue dicho por él o por su maestro Sócrates. La mayor parte de la doctrina de este último no nos es conocida más que por mediación de Platón, y, por otra parte, se sabe que es en la enseñanza de Pitágoras donde Platón recogió ciertos conocimientos de los que hace gala en sus diálogos. Con ello, vemos que es extremadamente difícil delimitar lo que corresponde a cada uno de estos tres filósofos. Lo que se atribuye a Platón a menudo es también atribuido a Sócrates, y, entre las teorías consideradas, algunas son anteriores a ambos y provienen de la escuela de Pitágoras o de él mismo.
Verdaderamente, el origen de la expresión estudiada se remonta mucho más allá de los tres filósofos mencionados. Mejor aún: es más antigua que la historia de la filosofía, y supera también el dominio de la filosofía.
Se dice que estas palabras estaban inscritas en la puerta del templo de Apolo en Delfos. Posteriormente fueron adoptadas por Sócrates, así como por otros filósofos, como uno de los principios de su enseñanza, a pesar de la diferencia que haya podido existir entre estas diversas enseñanzas y los fines perseguidos por sus autores. Es probable, por lo demás, que también Pitágoras haya empleado esta expresión mucho antes que Sócrates. Con ello, estos filósofos se proponían demostrar que su enseñanza no era estrictamente personal, que provenía de un punto de partida más antiguo, de un punto de vista más elevado que se confundía con la fuente misma de la inspiración original, espontánea y divina.
Podemos afirmar que esta enseñanza silenciosa usaba figuras, símbolos y otros medios que tenían por objetivo conducir al hombre a estados interiores, permitiéndole llegar gradualmente al conocimiento real o a la sabiduría del conocimiento de sí.
En realidad, lo que pertenece al alma, e incluso al espíritu, representa solamente grados en la vía hacia la esencia íntima que es el verdadero Sí, y que puede hallarse tan sólo una vez que el ser ha alcanzado su propio centro, cuando estando todas sus potencias unidas y concentradas como en un solo punto, en el cual todas las cosas se le aparecen, cuando estando contenidas en este punto como en su primer y único principio, puede entonces conocer todas las cosas como en sí mismo y desde sí mismo, como la totalidad de la existencia en la unidad de su propia esencia.
Así pues, conocete fisica, emocional y espiritualmente y aceptate, tal y como eres no como los demas te ven o como demas quieren que seas.
La frase completa es "Conócete a ti mismo y conocerás el universo", inscrita en el Santuario de Apolo, en Delfos. Si queres conocer y comprender plenamente las cosas que suceden a tu alrededor, necesitas primeramente conocerte.
Creo que además, la principal aportación filosófica de Sócrates es que por primera vez se afirma explÃcitamente la investigación filosófica como FILOSOFÃA MORAL,marcando la felicidad como objetivo de la vida. Su concepto intelectualista de la virtud es una consecuencia de la primera afirmación.
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Sólo el conocimiento que llega desde dentro es el verdadero conocimiento. Sócrates (470 AC-399 AC) Filósofo griego.
Si se les pregunta a quienes han estudiado la filosofía griega quién fue el hombre que pronunció primero esta sabia frase, la mayoría de ellos no dudará en responder que el autor de esta máxima es Sócrates, aunque algunos pretenden referirla a Platón y otros a Pitágoras. De estos pareceres contradictorios, de estas divergencias de opinión, estamos en nuestro derecho de concluir que esta frase no tiene por autor a ninguno de los filósofos mencionados, y que no es en ellos dónde habría que buscar su origen.
Nos parece lícito formular esta advertencia, que parecerá justa al lector cuando sepa que dos de estos filósofos, Pitágoras y Sócrates, no dejaron ningún escrito.
En cuanto a Platón, nadie, sea cual sea su competencia filosófica, está en situación de distinguir qué fue dicho por él o por su maestro Sócrates. La mayor parte de la doctrina de este último no nos es conocida más que por mediación de Platón, y, por otra parte, se sabe que es en la enseñanza de Pitágoras donde Platón recogió ciertos conocimientos de los que hace gala en sus diálogos. Con ello, vemos que es extremadamente difícil delimitar lo que corresponde a cada uno de estos tres filósofos. Lo que se atribuye a Platón a menudo es también atribuido a Sócrates, y, entre las teorías consideradas, algunas son anteriores a ambos y provienen de la escuela de Pitágoras o de él mismo.
Verdaderamente, el origen de la expresión estudiada se remonta mucho más allá de los tres filósofos mencionados. Mejor aún: es más antigua que la historia de la filosofía, y supera también el dominio de la filosofía.
Se dice que estas palabras estaban inscritas en la puerta del templo de Apolo en Delfos. Posteriormente fueron adoptadas por Sócrates, así como por otros filósofos, como uno de los principios de su enseñanza, a pesar de la diferencia que haya podido existir entre estas diversas enseñanzas y los fines perseguidos por sus autores. Es probable, por lo demás, que también Pitágoras haya empleado esta expresión mucho antes que Sócrates. Con ello, estos filósofos se proponían demostrar que su enseñanza no era estrictamente personal, que provenía de un punto de partida más antiguo, de un punto de vista más elevado que se confundía con la fuente misma de la inspiración original, espontánea y divina.
Podemos afirmar que esta enseñanza silenciosa usaba figuras, símbolos y otros medios que tenían por objetivo conducir al hombre a estados interiores, permitiéndole llegar gradualmente al conocimiento real o a la sabiduría del conocimiento de sí.
En realidad, lo que pertenece al alma, e incluso al espíritu, representa solamente grados en la vía hacia la esencia íntima que es el verdadero Sí, y que puede hallarse tan sólo una vez que el ser ha alcanzado su propio centro, cuando estando todas sus potencias unidas y concentradas como en un solo punto, en el cual todas las cosas se le aparecen, cuando estando contenidas en este punto como en su primer y único principio, puede entonces conocer todas las cosas como en sí mismo y desde sí mismo, como la totalidad de la existencia en la unidad de su propia esencia.
Así pues, conocete fisica, emocional y espiritualmente y aceptate, tal y como eres no como los demas te ven o como demas quieren que seas.
Saludos.
A todo lo que se dijo en las respuestas sólidas, fundadas, yo añadirÃa que, conocerse a sà mismo, debe incluir también lo relacional, mis relaciones con todo lo demás, ya que somos esencialmente, además de lo fÃsico, lo sÃquico y lo histórico, un ser en relación, un ser necesitado de un mundo de circunstancias y de otros seres y sobre todo del Creador y culminación de todo.
La frase completa es "Conócete a ti mismo y conocerás el universo", inscrita en el Santuario de Apolo, en Delfos. Si queres conocer y comprender plenamente las cosas que suceden a tu alrededor, necesitas primeramente conocerte.
En el Templo de Delfos se escribÃan frases de algunos griegos distinguidos. Esto sucedió con la frase "Conócete a ti mismo" que es original de uno de los 7 sabios de Grecia: Solón de Atenas (638 - 560 a.C.) y que muchos años después ahà la leyó Sócrates y la tomó como fundamento para su filosofÃa.
La frase, evidentemente, es de SÃCRATES. Viene a decir: el hombre es lo que es por su entendimiento. De esta manera superaba el escepticismo, que propugnaba la imposibilidad del conocimiento. Pero Sócrates va más allá: descubre al hombre, al hombre como ser racional y nos muestra el método.
Su método tiene dos momentos: 1º CrÃtico ( negativo e irónico) en el que examina las diversas opiniones acerca del problema. En el 2º elabora la respuesta ( momento positivo o mayéutica).
Creo que además, la principal aportación filosófica de Sócrates es que por primera vez se afirma explÃcitamente la investigación filosófica como FILOSOFÃA MORAL,marcando la felicidad como objetivo de la vida. Su concepto intelectualista de la virtud es una consecuencia de la primera afirmación.
Saludos.
"Conócete a ti mismo".
Es una frase atribuÃda a Sócrates pero realmente es una frase del oráculo de Delfos.
Nos invita esta frase a conocernos a nosotrros mismos antes que nadie. Es una buena respuesta.
Saludos!
Hola MonzonÃs:
La frase Conoce te a ti mismo o nosce te ipsum (en griego o latÃn no estoy seguro) la encontraron escrita en el templo de Delfos, pero Sócrates (aparentemente él la dijo) dio una explicación más amplia y aplicable a la vida.
Conocerce a uno mismo es el destino que de una forma u otra todos los seres humanos tratamos de encontrar hasta el dÃa de nuestra muerte.
En un sentido más amplio el dÃa que los hombres podamos entendernos a nosotros mismos nuestras almas recién estaran en paz con esa energÃa creadora(Dios) y las otras almas que habitan a nuaestro alrrededor.
nosce te impsum
platon
que sepas quien eres, tus debilidades, fortalezas, sueños, historia, caracter, como realmente es
Es de Sócrates, en que nos habla de nuestro ser
NO SE DE QUIEN ES PERO CREO QUE SE REFIERE A QUE SI TE CONOCES PODRÃS LOGRAR MUCHAS COSAS Y SER MEJOR PERSONA